Tanto el THC como el CBD son cannabinoides derivados de la planta de cannabis, pero difieren en varios aspectos. El THC se caracteriza por sus efectos psicoactivos, mientras que el CBD no tiene propiedades intoxicantes ni efectos alucinógenos.
El CBD es uno de los cannabinoides más abundantes en varias variedades de plantas de cannabis y cáñamo, y ofrece una amplia gama de beneficios holísticos y medicinales. Al igual que el THC, el cuerpo humano absorbe el CBD a través de un sistema de receptores llamado sistema endocannabinoide, que regula funciones como los ciclos de sueño, la inmunidad y la salud reproductiva. A diferencia del THC, el CBD no se une directamente a los receptores primarios CB1 y CB2 del sistema endocannabinoide, pero ayuda a regular su interacción con otros cannabinoides. Por esta razón, los productos que combinan CBD y THC son excelentes opciones para los consumidores principiantes. Las dosis altas de CBD suelen producir una experiencia profundamente relajante con beneficios internos significativos.
El THC es el cannabinoide más destacado en el mundo del cannabis y es responsable de la sensación de «euforia» asociada con el consumo de cannabis. Durante miles de años, se ha utilizado en el tratamiento de diversas enfermedades médicas. Fue descubierto y aislado por primera vez en Israel en 1964, y la marihuana rica en THC sigue siendo la sustancia ilícita más consumida en el mundo.
Efectos médicos del CBD:
- Epilepsia y trastornos convulsivos
- Dolor e inflamación
- Trastorno de estrés postraumático (PTSD) y ansiedad
- Enfermedad de Crohn
- Esclerosis múltiple
- Insomnio
- Abstinencia de opioides
Efectos medicinales del THC:
- Dolor
- Náuseas y vómitos
- Insomnio
- Ansiedad y depresión
- Glaucoma
- Pérdida de apetito