Por: Daniel Echeverría – Alemán

La cannabis medicinal ha sido uno de los enfoques sobre la planta que ha permitido mayor laxitud en materia de opinión pública en los países latinoamericanos. Siendo Argentina y Chile las naciones con mayor perspectiva favorable en torno a su consumo con fines sanitarios o terapéuticos. Pese a que ninguno de estos países tienen la ponderación sobre potencial productivo de la planta.

Estudio realizado en LATAM en una media de 2,000 encuestados de entre 18 y 64 años de edad.

Colombia, México y Paraguay son los principales productores de la región, en tanto, Argentina y Chile, comparten con Ecuador, Brasil, Uruguay, y Costa Rica una producción más discreta, que sirven de manera general para abastecer el mercado interno de estas naciones.

El estudio de OCC Mundial hace enfásis en que México se convirtió en el país con el mayor nivel de estrés laboral en todo el mundo con una incidencia proporcional en el consumo de la planta en diversas presentaciones. En ese contexto, la COVID 19 marcó algunas pautas para establecer nuevos mecanismos de consumo sobre cannabis en LATAM. Siendo México uno de los mayores mercados con novedades al respecto. De acuerdo a datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante el primer año de la emergencia sanitaria, se registró un incremento del 25 por ciento en casos de depresión y ansiedad en México. Lo que marcó un hito en el consumo de cannabis de manera psicoactiva en patrones de consumo para mitigar los fenómenos relativos a la ansiedad. El estudio Global Drug Survey (GDS) 2021 cataloga a esta como una de las drogas con mayor incidencia en el consumo durante este periodo.

Statista Consumer Insights asegura que existe un incremento en la población latinoamericana que afirma consumiría la cannabis como un tratamiento medicinal, entre otras, para la mitigación de malestares relativos a la sanidad mental o dolor físico. El dato cobra reelevancia ya que de acuerdo a la Universidad de Harvard, el uso más común de  la marihuana medicinal  se da en torno a el control del dolor. Si bien la marihuana no es lo suficientemente fuerte para el dolor intenso (por ejemplo, el dolor posquirúrgico o un hueso roto), es bastante eficaz para el dolor crónico que afecta a millones de estadounidenses, especialmente a medida que envejecen. Parte de su atractivo es que es claramente más seguro que los opiáceos (es imposible tener una sobredosis y mucho menos adictivo) y puede reemplazar a los AINE como Advil o Aleve, si las personas no pueden tomarlos debido a problemas con su riñones o úlceras o GERD .

En particular, la marihuana parece aliviar el dolor de la esclerosis múltiple y el dolor nervioso en general. Esta es un área donde existen pocas opciones, y las que existen, como Neurontin, Lyrica u opiáceos, son altamente sedantes. Los pacientes afirman que la marihuana les permite reanudar sus actividades anteriores sin sentirse completamente desconectados y desconectados.

Te invitamos a profundizar sobre la perspectiva en México, como un actor latinoamericano ponderante en la región por su regulación jurídica sobre el uso lúdico en el podcast de Instituto Amsterdam Global Education en Colaboración el Observatorio Latinoaméricano de Cannabis.

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